En la prehistoria se empezaron a utilizar bloques de piedra para construir estructuras para rituales duraderas y resistentes. En Mesopotamia utilizaban ladrillos cocidos para la construcción de edificios como los Zigurats, este material facilito la construcción de formas complejas. En la Edad Media la piedra caliza fue fundamental para la construcción de catedrales como la de Notredam que permetia construir edificios de gran altura y mucha luminosidad en los interiores de estos edificios. Durante el renacimiento se popularizó el uso del mármol en la construcción como en la Basílica De San Pedro. En la Revpolucion industrial el hierro permitió construir edificios amplios y ligeros como la torre Eiffel, fue clave en la prefabricación y en edificios desmontables. En el siglo XX el concreto armado fue clave para la construcción en obras como la villa de savoye convirtiéndosela en el emblema de la arquitectura moderna. Finalmente En el siglo XXI se comenzó a utilizar la madera refinada debido a su resistencia al fuego y al desgaste en obras con la torre de Mjøstårne